lunes, 11 de enero de 2016

Historia Cooperativa

Dentro de nuestro proyecto anual "La Palabra es Tuya" del área de lengua, les propuse a mi alumnado el hacer una historia cooperativa en la que un alumno/a empezaba una historia, luego otro/a continuaba añadiendo un párrafo y así hasta terminar la historia.

Esta ha sido una experiencia piloto para ver cómo se desarrollaba. Creo que el resultado ha sido muy satisfactorio así que haremos más historias de este tipo en el que todos/as colaboren.

Aquí os dejo nuestra primera historia cooperativa, espero os guste:

LA SEMANA EN PARÍS


    Era un día cualquiera y a la vez un día especial. Cinco amigas iban a hacer un viaje a París durante una semana. El primer día visitaron La Torre Eiffel, Notre Dame y el Arco del Triunfo.

   Volvieron al hotel y se asearon un poco. De repente, a Sandra, le llegó un mensaje en el móvil. Pensaron que era alguien de la clase, pero no estaban seguras, así que siguieron como si nada.por la tarde, fueron a visitar el museo del Louvre. Se lo pasaron muy bien ya que eligieron una visita guiada. Pero de repente el teléfono de Sandra volvió a sonar. Otro mensaje: "estoy más cerca de ti de lo que crees".

(Carolina Terrón Moreno)

     Entonces las cinco chicas miraron a su alrededor pero había mucha gente. El museo era enorme y estaba anocheciendo, así que decidieron irse al hotel. Al día siguiente dieron una vuelta por el centro de París pero mientras que paseaban de nuevo les llegó otro mensaje: "Quedamos a las 12:00 en la cafetería del Louvre". Las chicas se sorprendieron mucho. Eran las 7:00 así que les quedaban 5 horas.

(Arturo Ibáñez Herrera)

     En esas cinco horas que le quedaban fueron de compras. Se compraron mucha ropa. Laura les quiso gastar una broma, se hizo pasar por el mensajero misterioso y se compró un bigote falso, una gabardina, un gorro, unas gafas y unos zapatos de niño. Cuando llegó la hora se lo puso todo, se adelantó y se sentó en una mesa de la cafetería. Al llegar las cuatro amigas vieron a dos sospechosos en dos mesas distintas y no sabían a cuál acercarse primero.

(Raquel Pin Vargas)

    Pero como todo en esta vida, hay que probar, así que se acercaron a una mesa al azar. Era Laura, que no podía parar de reírse. A las otras cuatro no les hizo gracia la broma. Cuando fueron a la otra mesa, el hombre misterioso se había ido dejando una nota en la mesa que decía: "Os espero en el Palacio de Versalles a las 13:30 en el bar que hay dentro".
Decidieron ir a Versalles, alquilaron un coche y se dirigieron al punto de información.

(Miguel Ángel Ocaña Martínez)

    A las 13:30 estaban en la puerta del Palacio de Versalles. Llegaron a toda prisa porque esta vez sí que no se les escapaba. Ellas se imaginaron que el sospechoso llevaría gabardina, gafas y zapatos grandes. Pero se equivocaron. El sospechoso estuvo un rato observando cómo le buscaban, al ver que no lo encontraban, les envió otro mensaje pero esta vez con una descripción de él: "Como veo que no me encontráis os diré que soy alto, moreno, tengo el pelo corto y visto con ropa informal, además llevo una gorra roja".

(Alba Ocaña Varela)

   Empezaron a buscar entre la gente pero no lo encontraron. Sonó el móvil, era un nuevo mensaje:
"Ya que seguís sin encontrarme os diré que estoy en la planta de arriba". Ellas se cabrearon ya que estaban mirando en la parte de abajo del todo. El problema que había varias plantas y el mensaje no decía en cuál se encontraba. Miraron corriendo en la segunda planta vieron muchas cosas que les interesaba pero no podían pararse ya que querían saber quién era el hombre misterioso. En la tercera planta pasó lo mismo entonces pensaron en subir a la planta de arriba del todo.
      Allí lo encontraron. Llevaba la ropa que decía pero ninguna sabía quién era. Se acercaron a él y vieron que era un tío que las había seguido por el facebook y se había enterado de todo lo que tenían planeado para el viaje. Se dieron cuenta de que habían tenido muy poco cuidado al hablarlo todo por el facebook. El hombre misterioso iba a ir a París esos días y aprovechó para gastarles una broma. Aunque ahora mismo el único que se reía era él.

     En el hotel las niñas planearon un plan para vengarse. Cambiarle el vuelo a otro destino que no fuera su casa. 

(Iván Ontiveros Soto)
                                    FIN